domingo, mayo 17, 2015

Abandonando la juventud bancaria

Hace tiempo, cuando aún pasaba la mayor parte de mi tiempo en la península ibérica, usaba un carnet joven para asegurarme descuentos en viajes y en el cine. Era un carnet de una cuenta que no usaba, en la que no tenia ahorros por carecer de ellos, y que a mi entender solo servia para ahorrar para algún que otro euro.
El limite para el disfrute de las ventajas asociadas con aquel carnet era de 26 anyos de edad. En 2006, cuando dejé de pertenecer a la población potencialmente usuaria de aquel carnet, no me sentia menos joven que un par de anyos atras. Existia por aquel entonces, y sigue existiendo, un carnet +26 para poder seguir siendo joven frente a los bancos un par de anyos mas.
Me mudé unos metros al norte del Spree aun siendo usuario del carnet joven. Y desde entonces, soy usuario de un carnet de estudiante que me permite similares ventajas en muchas de mis actividades lúdicas en estas pantanosas tierras. Ahora, más de veinte semestres y muchas pegatinas de colores después sigo utilizando mi carnet de estudiante para mis desplazamientos. En las piscinas hace ya mas de cinco anyos que no me hacen descuentos, y en otros lugares agradezco a la moda de la barba el tener que ser víctima de miradas incomodas.
Financieramente dejé de ser joven hace tiempo. Ahora en el ecuador de la treintena, me pregunto hasta cuando se me seguiŕa considerando un hombre joven. Definitvamente, en este 2015 me propuse finalmente dejar de ser estudiante. No cumplí mis expectativas, y seguramente comienze el 2016 mostrando un carnet con fotografia borrosa y antigua a los controladores del metro.

Ha pasado mucho tiempo de nuevo desde el último post. Uno de mis veranos mas agradables en Berlin, con sol banyos y partidos de futbol. Un pequenyo festival cerca de Polonia donde comprobar que aun puedo dormer en tienda de campanyas o junto a ellas, bailar descalzo y volver a encontrar a una chica cómo alguien de quien enamorarme.
Pasó el verano y seguí habitando en la capital del pais ahora campeón mundial de fútbol. Viajé al mediterraneo y al cantábrico y surgieron nuevas esperanzas laborales que retrasaron mi expectativa de final de estudios. Un dia de la unidad alemana en Bruselas con mis hermanos y poco pelo. Un findesemana en el norte de Francia rodeada de chicas que abandonaban la veintena y en la que tras los saludos perdi el interés. Supongo que seria porque en mi verano cumpli mi cuota anual de experiencias erotico-festivas. Después Noviembre y trabajo recompensado. Y diciembre que llegó casi sin darme cuenta para llevarme a cerrar el anyo pensando en el siguiente.
Otra vez fue el invierno moderadamente caluroso por estas latitudes. Seguiamos trabajando en terminar el proyecto que me ocupó los ultimos tres anyos, Antes de terminar el anyo, me di cuenta de que aun podia enamorarme o algo así. Y fué mas bueno que nada, aunque como siempre casi nada carnal. La entrada del anyo y su primer mes me trajeron poco nuevo, alguna cena, alguna borrachera agradable y reencuentros que nunca colmaron mis expetativas.
En Febrero una de mis expectativas de continuación laboral se vino abajo y la rabia fue mi combustible para conducir la carrerar de mi doctorado en febrero a toda velocidad. En la meta volante, se me agradeció el esfuerzo, pero quedó clara la lejania de la meta final. 
Cambié la ultima cifra de mi edad como siempre entre amigos y una curiosa camisa verde,  y apenas tuve tiempo de seguir trabajando y tener algun encuentro agradable mas en las pistas de baile antes de volar a tierras vascas. Allí la lluvia, la familia, la carne asada y la manzana fermentada me hicieron olvidarme unos dias de todo antes de volver a mi habitación y reencontrarme con mi ultimo mes de trabajo.
Terminamos todos los informes, y Rupert y yo viajamos una vez mas a los balcanes. Esta vez, se abrian mas posibilidades y antes de remitir mis papeles a la oficina de empleo consegui una prorroga por parte de mi jefe.
Ya es mitad de mayo, y aunque la primavera haya llegado, de momento no lo ha hecho el calor.  Al final mis esfuerzos de invierno se vieron recompensados, o la fortuna nos acompanyo, y seguiré teniendo la oportunidad de terminar mi etapa estudiantil de forma satisfactoria. Se abre un nuevo capítulo, y me alegra y tranquiliza. Aun no se, sin embargo si seguiré siendo joven cuando termine mi siguiente aventura.
De momento lo sigo sintiendo. Con ganas de volar la semana que viene otra vez a reencontrar la primavera al sur y al este y quien sabe si algo mas. Si antesdeayer festejé por primera vez en diez anyo el dia del hombre en Berlin, por que no poder festejar otras cosas también anheladas?

Primavera mental 2014

Lo que no ubiqué bien en Abril de 2014....
Han pasado casi cuatro meses desde que escribiese mi última entrada en esta esquina del país html. El invierno nunca terminó de llegar, y no llegamos a tener en esta ciudad apenas una semana en la estación blanca en la que ésta hiciese honor a su nombre. Muchos se alegraron, yo lo tomé con cierta indiferencia, extranyé incluso el regresar a case al amanecer con un sol reflejándose en superficies que derrite, y abandonarme a los contrastes frio-calor en la oscuridad.
Trás lo relatado en mi ultima entrada, mi rellegada y mi reaclimatamiento, pasé este invierno sin frio sumido en una de mis frecuentes fases de nihilismo existencial, en el que terminé de leer el resumén de filosofia del siglo pasado que me acompanyó el 2013, y sin presiones ni motivaciones profesionales, me dediqué al arte de reflexionar, de extranyar el invierno y de sumirme en lecturas de dudosa recomendación, inducido por la herencia recibida con mi lector digital. Acompanyando a las lecturas recaí en mis escapadas hedonistas (aunque sin contacto intergenero continuado esta vez) y enseguida las visitas cambiaron mi modo operativo.
Acompanyado por mis habituales companyias de febrero tuve un par de semanas de evasión en 7mm y digital, botellones caseros, vampiros, noruegos, ciervos aromatizados y videojuegos ochenteros, hasta que volvió la calma a mis estancias, dejando mis companyeros tras de si el recuerdo y una pata de jamón,
Sólo de nuevo me olvidé del nihilismo y de las prácticas romántico-sadomasoquistas, aunque no logré la convicción necesaria para adentrarme en los senderos mentales de Sartre con convicción. En mi propia mente ganaba terreno el convencimiento de que debía cambiar el rumbo de  mi existir y terminar finalmente una etapa vital y laboral. Y poner los medios y el tiempo a mi disposición para hacerlo.
Sería posiblemente porque se acercaba mi aniversario. Pensaba hasta hace unos minutos que era el único no reflejado en lineas colgadas en la red, pero repasando el 2013 me dí cuenta que tampoco hay reporte escrito del dia que alcancé la edad de Cristo. Cómo el día que la superé, lo hice con una gran fiesta en casa, o al menos lo más parecido que logré a una gran fiesta. Aunque sin los excesos etílicos del dia que comencé a tener 33 anyos, y sin llegar a pasarlo tan bien como recuerdo y no de aquel 1 de marzo del 2013, un anyo siguiente volví a llenar la casa de gente, en parte porque algunos me pidieron que volviese a hacerlo, lo que hice con gusto, aunque con pereza.
Sobre todo porque al dia siguiente me esperaba sesión de baile. Directamente después de terminar de fregar y barrer la casa. Entre paso sencillo y triple evaporé y sudé los excesos de la noche anterior, y lamento las incomodidades fisicas a mis parejas de baile de aquel dia. Swing era el estilo, que entretiene o entretenia mis tardes dominicales como antanyo hiciera la misa. Escribía en uno de mis últmos posts sobre mis reflexiones sobre papas y jerarquías. Y hoy pontifican a los dos últmos jefes de esa gran estructura. Ese tipo de actos me alejan cada vez de las casas que visitaba los domingos anyos atras. Aunque pase el tiempo, me alegro de no perder mi poco aprecio por las grandes corporaciones.
Pero me desvio del tema, como me desviaba de las clases. Hace tres semanas que no asisto, por enfermedad, vagancia o indisposición. Ya tengo una escusa menos con la que ocultar la vagancia, enfermedad  o la indisposición que me ha apartado de reportar acerca de lo acontecido en mis dias. La autopresión que me impuse a mitades de febrero para volver a ser productivo se diluyó ante la posibilidad de una nueva ocupación profesional cuando termine la actual, ocupación esta de la que recibí la noticia de su prolongación por al menos un anyo más. Así que despedí el inverno sin frio visitando esquinas de ficción, comiendo paellas y degustando elixires en nuevas casas oscuras nocturnas por descubrir, leyendo las mentes de los jovenes del pais en el que habito escritas en formato de bolsillo y comprando billetes para un mayo que se anticipa movido.
Abril esta a punto de terminar y aun no logro comprender como se ha escondido de mi tras el calendario. Tras decidir aparcar elixires que usar como excusa de mi desgana académica la semana santa no tuve una última cena, sino tres nuevas acompanyadas de nuevos amigos, amigas y mas elixires. Cómo consecuencia trás el lunes de resurrección yací 3 dias en cama. Levanté el jueves al fin con ganas de trabajar y lo hice. 
El viernes también. Y después cené, salí y bailé y reí sin mas que centeno fermentado, y el fin de semana se completó y una vez al menos volví a sentarme frente al teclado para producir algo mas que suenyos, gases y risas.
La primavera y el sol llegaron hace tiempo a mi ciudad. Espero que esta semana lo haya hecho definitivamente a ese ente en el que situar mi mente, mi corazón, mis recuerdos, y aquello que me hace ser algo mas que un ser que se mueve e ingiere alimentos.